domingo, 4 de marzo de 2012

El espíritu

   Un espíritu iba a dejar de serlo: tenía que precipitarse desde la eternidad hacia el Tiempo, encarnarse:
   “¡Vas a vivir!”
   Era morir para él. ¡Qué espanto, sumergirse en el Tiempo! 
Paul Valéry (1939): Œuvres I. Bruges: Gallimard-La Pléiade, 1980, p. 299.

Paul Klee: Angelus Novus (1920)

2 comentarios:

  1. Me decanto por el mosquito de Nietzsche

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  2. Ja ja ja. Yo también me suelo decantar por Nietzsche...

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