El terror literario llegó a Occidente con Edipo Rey, y alcanzó la cúspide con The Tragedy of Macbeth (1606). En ambas obras son cruciales los adivinos para desencadenar los acontecimientos trágicos, en ambas se sobrepasan con creces los límites de lo tolerable y lo correcto. Nos sumergimos en las delicias delestremecimiento. Desde Aristóteles sabemos que pocas cosas resultan más liberadoras que una buena dosis de peligro mientras estamos a salvo en nuestra casa. La literatura, el cine, la pintura o la ópera han repetido la imagen del Bosque de Birnam desplazándose hacia Dunsinane y el lamento del asesino porque "la vida es una sombra que camina" o "un cuento contado por un idiota". No nos apiadaremos de su infortunio.
martes, 30 de octubre de 2012
Macbeth
El terror literario llegó a Occidente con Edipo Rey, y alcanzó la cúspide con The Tragedy of Macbeth (1606). En ambas obras son cruciales los adivinos para desencadenar los acontecimientos trágicos, en ambas se sobrepasan con creces los límites de lo tolerable y lo correcto. Nos sumergimos en las delicias delestremecimiento. Desde Aristóteles sabemos que pocas cosas resultan más liberadoras que una buena dosis de peligro mientras estamos a salvo en nuestra casa. La literatura, el cine, la pintura o la ópera han repetido la imagen del Bosque de Birnam desplazándose hacia Dunsinane y el lamento del asesino porque "la vida es una sombra que camina" o "un cuento contado por un idiota". No nos apiadaremos de su infortunio.
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