No pretendas saber, pues no está permitido,
el fin que a mí y a ti, Leucónoe,
nos tienen asignados los dioses,
ni consultes los números Babilónicos.
Mejor será aceptar lo que venga,
ya sean muchos los inviernos que Júpiter
te conceda, o sea éste el último,
el que ahora hace que el mar Tirreno
rompa contra los opuestos cantiles.
No seas loca, filtra tus vinos
y adapta al breve espacio de tu vida
una esperanza larga.
Mientras hablamos, huye el tiempo envidioso.
Vive el dia de hoy. Captúralo.
No fíes del incierto mañana.
[Horacio. Odas, XI. Trad. Luis A. de Cuenca]
Quinto Horacio Flaco (65 a. C. - 8 d. C.) |
Las cosas que hacen la vida más feliz,
gratísimo Marcial, son éstas:
una fortuna no producida por el trabajo, sino heredada,
un campo no ingrato, un fuego perenne;
nunca un pleito, rara vez la toga, el espíritu sereno;
fuerzas de hombre libre, un cuerpo sano;
una sencillez prudente, unos amigos de la misma condición;
convites fáciles, una mesa sin artificio,
una noche no ebria, pero libre de preocupaciones,
un lecho no triste y sin embargo púdico;
un sueño que haga fugaces las tinieblas,
querer ser lo que eres y no preferir nada más,
no temer el último día ni desearlo.
[Marcial, Epigramas. Libro X, XLVII. Trad. María Ohannesian]
Marco Valerio Marcial (40 - 104 d. C.) |
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