Primero, hijo, la camisa por dentro.
Habla poco,
y si hablas de ti, decirlo todo escuetamente,
como cuando lo mejor que escribió tu padre.
Mucho respeto a tu madre,
y alzarle la voz lo menos posible.
Un beso a tu padre cuando llega del trabajo:
nada de apretón de manos.
No matar, no ir a la guerra,
tener siempre un par de pesos guardados en el banco,
y jamás hijo mío y jamás,
hipotecar la casa.
Ten tu buró, pon tus cosas en la gaveta,
no renuncies al tabaco.
Si tienes hijos, ni adviertas ni impongas.
El día de la muerte abre por fin tu libro,
coloca la cabeza bajo el tajo,
no te quites.
José Kozer (1973)
José Kozer (La Habana, 1940) |
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