Hay en realidad dos clases de vida. Hay la que la gente cree que está viviendo y hay la otra vida. Es esta vida la que causa el problema, la que anhelamos ver [I, 4]
La vida es el tiempo que hace. Son las comidas. Los almuerzos en un mantel azul a cuadros sobre el cual hay sal vertida. El olor a tabaco. Queso brie, manzanas amarillas, cuchillos con mango de madera [I, 5]
La vida desprecia el conocimiento, le obliga a esperar sentado en la antesala, a esperar fuera [I, 7]
No hay una vida completa. Hay sólo fragmentos. Hemos nacido para no tener nada, para que todo se nos pierda entre los dedos. Y, sin embargo, esta pérdida, este diluvio de encuentros, luchas, sueños... hay que ser irreflexivo, como una tortuga. Hay que ser resuelto, ciego. Pues cualquier cosa que hagamos, incluso que no hagamos, nos impide hacer la cosa opuesta. Los actos demuelen sus alternativas, he aquí la paradoja. La vida, por tanto, consiste en elecciones, cada cual definitiva y de poca trascendencia, como tirar piedras al mar. Hemos tenido hijos, pensó; nunca podremos no tener hijos. Hemos sido mesurados, jamás sabremos lo que es despilfarrar nuestra vida... [I, 7]
* * *
La vida es el tiempo que hace. Son las comidas. Los almuerzos en un mantel azul a cuadros sobre el cual hay sal vertida. El olor a tabaco. Queso brie, manzanas amarillas, cuchillos con mango de madera [I, 5]
* * *
* * *
No hay una vida completa. Hay sólo fragmentos. Hemos nacido para no tener nada, para que todo se nos pierda entre los dedos. Y, sin embargo, esta pérdida, este diluvio de encuentros, luchas, sueños... hay que ser irreflexivo, como una tortuga. Hay que ser resuelto, ciego. Pues cualquier cosa que hagamos, incluso que no hagamos, nos impide hacer la cosa opuesta. Los actos demuelen sus alternativas, he aquí la paradoja. La vida, por tanto, consiste en elecciones, cada cual definitiva y de poca trascendencia, como tirar piedras al mar. Hemos tenido hijos, pensó; nunca podremos no tener hijos. Hemos sido mesurados, jamás sabremos lo que es despilfarrar nuestra vida... [I, 7]
[ James Salter: Años luz. Barcelona: El Aleph, 1999 ]
"Estuve leyendo Light Years a lo largo de toda una noche, y sólo cuando alcé los ojos tras la última página me di cuenta de que había empezado a amanecer" (Antonio Muñoz Molina).
3 comentarios:
Para los caminos que dejamos es indispensable el olvido. Son demasiados para lamentarnos por su pérdida.
La sensación de pérdida se agudiza cuando la elección no satisface.
Cuando la elección no satisface es el momento de elegir de nuevo.
Publicar un comentario