aforismo: Sabiduría predigerida.
amor: Locura que se comete al tener demasiada buena opinión de otro antes de saber nada de uno mismo
amistad: Barco lo bastante grande para llevar a dos cuando hace buen tiempo, pero sólo a uno cuando empeora.
autoestima: Evaluación errónea.
calamidad: Recordatorio común e inequívoco de que los asuntos de este mundo no dependen de nosotros. Hay dos tipos de calamidades: la desgracia propia y la fortuna ajena.
catecismo: Serie de adivinanzas teológicas en las que las dudas eternas y universales se resuelven con respuestas locales y pasajeras.
categórico: Equivocado a voz en grito.
consultar: Buscar la aprobación ajena de una decisión ya tomada.
deber: Lo que nos impulsa inflexiblemente en la dirección del lucro, por la vía del deseo.
educación: Lo que revela al sabio y oculta al necio su falta de entendimiento.
elogio: Homenaje que rendimos a los logros ajenos que se parecen, aunque no igualan, a los nuestros.
engreimiento: Amor propio que demuestra a otro que no nos cae bien.
epicúreo: Persona demasiado dada a los placeres de la mesa. Así denominado por Epicuro, filósofo muy conocido por sus hábitos de abstinencia, condición muy favorable para el cultivo del disfrute intelectual.
erizo: Cáctus del reino animal.
errar: Creer o actuar de un modo contrario a mis creencias y acciones.
extremo: La posición más alejada en ambas direcciones del Interlocutor.
fanático: Dícese del que obstinada y ardorosamente se aferra a una opinión que no es la nuestra.
fe: Creencia sin pruebas en lo que dice alguien que habla sin tener la menor idea sobre cosas nunca vistas.
filosofía: Ruta con muchos caminos, que conduce desde ninguna parte a la nada.
amor: Locura que se comete al tener demasiada buena opinión de otro antes de saber nada de uno mismo
amistad: Barco lo bastante grande para llevar a dos cuando hace buen tiempo, pero sólo a uno cuando empeora.
autoestima: Evaluación errónea.
calamidad: Recordatorio común e inequívoco de que los asuntos de este mundo no dependen de nosotros. Hay dos tipos de calamidades: la desgracia propia y la fortuna ajena.
catecismo: Serie de adivinanzas teológicas en las que las dudas eternas y universales se resuelven con respuestas locales y pasajeras.
categórico: Equivocado a voz en grito.
consultar: Buscar la aprobación ajena de una decisión ya tomada.
deber: Lo que nos impulsa inflexiblemente en la dirección del lucro, por la vía del deseo.
educación: Lo que revela al sabio y oculta al necio su falta de entendimiento.
elogio: Homenaje que rendimos a los logros ajenos que se parecen, aunque no igualan, a los nuestros.
engreimiento: Amor propio que demuestra a otro que no nos cae bien.
epicúreo: Persona demasiado dada a los placeres de la mesa. Así denominado por Epicuro, filósofo muy conocido por sus hábitos de abstinencia, condición muy favorable para el cultivo del disfrute intelectual.
erizo: Cáctus del reino animal.
errar: Creer o actuar de un modo contrario a mis creencias y acciones.
extremo: La posición más alejada en ambas direcciones del Interlocutor.
fanático: Dícese del que obstinada y ardorosamente se aferra a una opinión que no es la nuestra.
fe: Creencia sin pruebas en lo que dice alguien que habla sin tener la menor idea sobre cosas nunca vistas.
filosofía: Ruta con muchos caminos, que conduce desde ninguna parte a la nada.
Ambrose Bierce: Diccionario del Diablo. Madrid: Ediciones del Dragón, 1986; Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2005.
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