- Preferiría que hoy no me llamaras de ningún modo. La innominada.
- ¿Qué te parece Nadie?
- No, es demasiado categórico.
- Me pregunto adónde iría a parar si llamara Nadie a un personaje. Claro que ya hubo uno.
- Creo que esa sola idea no te bastaría para empezar un libro.
- Es más de lo que suelo tener para empezar. Nadie fue al aeropuerto de Heathrow. Nadie subió a un avión. ¿Adónde fue Nadie?
- Nadie fue a Francia. ¿Por qué fue allí?
- Porque a Nadie le gusta.
- Luego Nadie conoce a Alguien. El otro personaje es Alguien. Nadie y Alguien se hacen amantes.
- ¿Y qué más?
Philip Roth: Engaño (trad. Jordi Fibla). Barcelona: Seix Barral, 2012, págs. 130-131.
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