El fragmento debe ser como una pequeña obra de arte, aislado de su alrededor y completo en sí mismo, como un erizo -- Friedrich Schlegel --

BÚSQUEDA EN EL BLOG

martes, 24 de abril de 2012

Una mujer persistente

   Temple, agotado, estaba resuelto a abandonar a su mujer; sus atroces riñas lo estaban matando; cuando regresó a casa con amarga renuencia, seguía alterado por la furia de la discusión de esa mañana; era difícil liberarse de Sarah, pero tenía que hacerlo; Temple estaba resuelto.
   Sarah se encontró con él en el sombrío sendero que conducía a su casa y se aferró silenciosamente a su brazo; sin duda se arrepentía, pero Temple no pensaba dejarse ablandar.
   No despegó los labios y trató de soltarse, pero ella se aferraba tenazmente.
   Cuando llegaron a su hogar, Temple lo encontró conmocionado; en medio de la escena fantasmagórica, alguien le informó que habían descubierto a su mujer en el estanque.
   —¡Fue un suicidio, pobrecita!
   Y su hermano le susurró:
   —Estás libre.
   Pero Temple sonrió a la rencorosa forma que estrechaba su brazo y supo que nunca se libraría de Sarah.


Marjorie Bowen (1927), en Richard Dalby (sel.): Escritoras del siglo XX. Relatos de fantasmas. Barclona: Planeta, 1988, p. 169.


Marjorie Bowen (1885-1952)

No hay comentarios: