Desde el arranque de su ensayo sobre Montaigne, la profesora Sarah Bakewell relaciona el estallido de los blogs, twits, tubes, spaces, faces, webs y pods con la autobiografía contemporánea. Sin miramientos asimila esta tendencia con estar "lleno de sí mismo". Bakewell se imagina una habitación repleta de "individuos fascinados por sus propias personalidades y gritando en busca de atención (...). Los blogueros y networkers ahondan en su propia experiencia privada, y al mismo tiempo se comunican con sus semejantes humanos en un festival del 'yo' compartido".
Es graciosa esta manera de verlo, pero exagerada si pensamos en la cantidad de blogs existentes y el seguimiento que tienen, equiparable al muy variable de las idas y venidas de los distintos miembros de la familia en un hogar. Más adelante, la estudiosa de Montaigne deriva a un terreno más estimulante: "Esta idea, escribir sobre sí mismo, para crear un espejo en el que otras personas puedan reconocer su propia humanidad, no ha existido siempre. Se tuvo que inventar." Ese inventor fue, salvadas las distancias, Michel Eyquem de Montaigne. Así entendidas, las entradas en un blog son a su manera tan autobiográficas como los ensayos del alcalde de Burdeos, en cuanto excursiones más o menos indirectas a uno mismo. En esta senda de Montaigne cabe casi todo: la obra ajena que nos motiva, la imagen que fascina o los propios intentos/ensayos por aclarar el mundo y el extraño yo que lo vive. El festival de los blogs es un encuentro filosófico, y expresa a su manera el afán de sinergia entre el mundo, el yo y los otros.
Es graciosa esta manera de verlo, pero exagerada si pensamos en la cantidad de blogs existentes y el seguimiento que tienen, equiparable al muy variable de las idas y venidas de los distintos miembros de la familia en un hogar. Más adelante, la estudiosa de Montaigne deriva a un terreno más estimulante: "Esta idea, escribir sobre sí mismo, para crear un espejo en el que otras personas puedan reconocer su propia humanidad, no ha existido siempre. Se tuvo que inventar." Ese inventor fue, salvadas las distancias, Michel Eyquem de Montaigne. Así entendidas, las entradas en un blog son a su manera tan autobiográficas como los ensayos del alcalde de Burdeos, en cuanto excursiones más o menos indirectas a uno mismo. En esta senda de Montaigne cabe casi todo: la obra ajena que nos motiva, la imagen que fascina o los propios intentos/ensayos por aclarar el mundo y el extraño yo que lo vive. El festival de los blogs es un encuentro filosófico, y expresa a su manera el afán de sinergia entre el mundo, el yo y los otros.
Referencia:
Sarah Bakewell: Cómo vivir o Una vida con Montaigne. Barcelona: Ariel, 2011, págs. 13-15.
"No hacemos sino glosarnos los unos a los otros"
"Me estudio a mí mismo más que cualquier otro asunto. Ésta es mi metafísica, ésta es mi física"
"A fin de cuentas, todo este guisado que emborrono aquí no es sino un registro de los ensayos de mi vida"
(Los Ensayos, III, "De la experiencia")
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