El ángel me dio un libro, diciendo: “Este libro contiene todo lo que pudieras querer saber”. Y desapareció.
Yo abrí el libro, no muy grueso.
Estaba escrito en una grafía desconocida.
Los sabios lo tradujeron, aunque cada uno propuso una versión distinta a la de los otros.
Sus opiniones difieren incluso acerca del sentido en que ha de hacerse la lectura. No se pusieron de acuerdo en si había que empezar desde arriba o desde abajo, ni cuál era el comienzo o el final.
Al final de esta visión me pareció que el libro se fundía y confundía con el mundo que nos rodea.
Yo abrí el libro, no muy grueso.
Estaba escrito en una grafía desconocida.
Los sabios lo tradujeron, aunque cada uno propuso una versión distinta a la de los otros.
Sus opiniones difieren incluso acerca del sentido en que ha de hacerse la lectura. No se pusieron de acuerdo en si había que empezar desde arriba o desde abajo, ni cuál era el comienzo o el final.
Al final de esta visión me pareció que el libro se fundía y confundía con el mundo que nos rodea.
Paul Valéry (1939): Œuvres I, Bruges: Gallimard, 1980, p. 333.
Paul Valéry (1871-1945) |
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