El fragmento debe ser como una pequeña obra de arte, aislado de su alrededor y completo en sí mismo, como un erizo -- Friedrich Schlegel --

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jueves, 7 de agosto de 2014

La conciencia del árbol

Mientras pasaba por debajo del primer dosel de flores, ancho, alto y fresco, se me ocurrió preguntarme cuándo un árbol es más él mismo, cuándo siente que ha alcanzado más plenamente su verdadera esencia. Quiero decir si tiene capacidad de sentir -¿y quién sabe si somos nosotros las únicas criaturas con conciencia, o que no existen otro tipo de conciencias aparte de la nuestra?-, en qué fase de su ciclo vital diría: Ahora, ahora soy lo que soy, ahora he alcanzado mi total arboreidad. ¿Será en el primer verdear de la primavera, en el esplendor rebosante de hojas de junio, en el rojo otoñal, o quizás en la nudosa desnudez del invierno? Y vivir ese ciclo vital dentro de otro ciclo -uno es el que va del retoño a la desnudez, el otro, el más largo, desde arbolillo hasta tocón hueco-, eso también debe de resultar confuso. ¿Sentiría la caída de las hojas como una muerte incipiente, cada año? ¿Sería la primavera como un renacimiento?

John Banville: Imposturas. Barcelona: Anagrama, 2002, págs. 42-43. Trad. Damián Alou.