El fragmento debe ser como una pequeña obra de arte, aislado de su alrededor y completo en sí mismo, como un erizo -- Friedrich Schlegel --

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jueves, 6 de junio de 2013

Diálogos con la Bomba


Cuatro tripulantes en la nave Dark Star cumplen con la misión de localizar planetas "inestables" por el Universo y hacerlos estallar. Llevan treinta años en el espacio, aunque sólo han envejecido tres. Están algo desquiciados: uno sólo piensa en disparar y acicalarse, otro no sale de la torreta vigía, un tercero, que entró por accidente en la nave, está ya medio chalado y juega al ratón y al gato con un alien que han recogido en una misión anterior (una especie de balón de playa con garras, inteligente y con bastante mala idea). Han gastado diecinueves bombas en sus misiones anteriores, ahora se encaminan a la número veinte, pero cruzan por una nube de meteoritos y se dañan las comunicaciones del ordenador con la Bomba 20. Cuando la bomba se niega a desactivarse una vez más, después de varias rectificaciones de órdenes a causa de la avería, el encargado de la nave pide consejo al anterior comandante (muerto por un cortocircuito del asiento, ahora se encuentra criogenizado, y se puede hablar con él, aunque está algo lento de reflejos). El comandante le aconseja que "hable con ella", es decir, que recurra a "la fenomenología". Se inicia así el pasaje más descacharrante y filosófico de la película, donde la conexión de nuestros sentidos y nuestra mente con el mundo, tal y como lo hiciera Descartes, es una vez más puesta... en duda.





DARK STAR (1974)
dir.: John Carpenter
guión:  Dan O'Bannon

3 comentarios:

José Miguel García de Fórmica-Corsi dijo...

Junto con "Christine", es la única película del gran Carpenter que me queda por ver. Las imágenes algo cutres siempre me han echado para atrás, pero la reseña del argumento, como mínimo, parece interesante. ¿Qué tal la peli en su conjunto al final?

benariasg dijo...

La he visto varias veces, y siempre me ha dejado pasmado. Dura poco, unos 80 minutos, la parte central es la lucha entre un tripulante y el alien pelota-de-playa, todo un alarde de imaginación. El guinionista es el de Alien (y se nota), además de actor principal en la peli. No hay que buscar efectos especiales, sólo una historia "de cómic" especialmente ocurrente. A ti que te gusta tanto Stanislaw Lem(muy buenos los comentarios en tu blog), te va a gustar seguro.

José Miguel García de Fórmica-Corsi dijo...

¡Ya la he visto! Y, como dices, pasma por su extravagante combinación de película de amiguetes, parodia de la ciencia-ficción "dura" e inesperada fábula existencialista. Mi parte favorita, la aparición inesperada del comandante criogenizado. El alien-pelota no me hace gracia, pero da pie a otro momento memorable: la escena del astronauta atrapado en el hueco del ascensor. Tal vez publique algo en el blog próximamente. Gracias por el descubrimiento!