El fragmento debe ser como una pequeña obra de arte, aislado de su alrededor y completo en sí mismo, como un erizo -- Friedrich Schlegel --

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domingo, 12 de agosto de 2012

S. J. Lec: Pensamientos despeinados (y 3)


¡No lo metas todo en el mismo saco, no podrás con él!

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También los mesías esperan con impaciencia su propia llegada.

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El mundo no existe, sólo se crea a cada instante. La sensación de continuidad es consecuencia de una falta de inventiva.

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"Siempre se vuelve al primer amor". Es posible. Pero cada vez con objetivos distintos.

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A costa de quién se mantiene viva la gente en los recuerdos de los demás?

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Cuanto más bajo caes, menos te duele.

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Siempre tengo miedo de los que reclaman el gobierno de las almas. ¿Qué hacen con los cuerpos?

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En el paraíso debería haber de todo: ¡también infierno!

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No es un callejón sin salida aquel en que se puede dar marcha atrás.

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La vida de un hombre acaba a veces con la muerte de otro.

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Los que tienen miras más amplias, tienen de ordinario peores perspectivas.

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Existen biombos ideales que se tapan a sí mismos.

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Los que olvidan más fácilmente aprueban con menos esfuerzo el examen de la vida.

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La ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento. Pero su conocimiento a menudo sí.

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Los que sueñan no pegan ojo.

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¡No hay retorno posible a las cavernas! Somos demasiados.

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La historia: un conjunto de hechos que no tenían que haber ocurrido.

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Un gorrión en una jaula para águilas es libre.

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Lástima que no se pueda encontrar la felicidad en el camino que conduce a ella.

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Inspeccionemos de vez en cuando las mazmorras de las fortalezas que defienden los ideales.

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¿Qué jueces imparciales podrá tener la lucha de sexos? ¿Los hermafroditas?

Stanislaw Jerzy Lec: Pensamientos despeinados. Barcelona: Península, 1997, págs. 89, 91, 95, 99, 100, 101, 102, 107, 108, 110, 119, 131, 132, 133, 136.


Stanislaw Jerczy Lec (1909-1966) empezó a anotar sus aforismos y ocurrencias en la década de los 50 en agendas y cuadernos, papeles sueltos y hasta servilletas de bar; los fue publicando en numerosas revistas, hasta que en 1957 aparece la primera colección en libro, que recoge únicamente 193 "pensamientos despeinados". La edición más completa es de 1991 y contiene exactamente 2.168; pero desde entonces siguen apareciendo nuevas ampliaciones, y se sabe que en su pessoano baúl de inéditos aguardan aún muchos de ellos.

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